La empresa española debe de ser competitiva, no sólo en el mercado nacional
Ángel Martín Acebes
Vicepresidente ejecutivo del ICEX
«La empresa española debe de ser competitiva, no sólo en el mercado nacional, sino en los mercados internacionales».
La diversificación geográfica de la exportación e inversión española, los efectos de la Europa de los 27 en el comercio exterior de España, y la estrategia de internacionalización ante la fortaleza del euro, son tres de los puntos que el vicepresidente ejecutivo del ICEX, Ángel Martín Acebes, analiza en esta entrevista. Además, entre otras cosas, explica el proyecto del Centro Virtual de Internacionalización en el que han participado el ICEX junto con las escuelas de negocio españolas.
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Uno de los factores que condiciona el comportamiento de nuestro sector exterior es el mantenimiento del patrón geográfico de nuestras exportaciones, concentradas en un 71 por ciento en los mercados de la UE. Esta baja diversificación de nuestros mercados de exportación conlleva la amenaza de estar excesivamente ligada ésta al ciclo económico de unos pocos países y perder oportunidades de negocio en los nuevos mercados emergentes, algunos de los cuales muestran gran dinamismo.
¿Qué valoración se puede hacer de la Europa de los 27 y sus efectos en el comercio exterior de España?
Sin lugar a dudas la entrada de España en la UE ha sido determinante en la apertura exterior de nuestro país y en el crecimiento de nuestra economía. El mercado “natural” para las empresas españolas por cercanía, seguridad, conocimiento etc. ha sido y sigue siendo Europa.
El euro ha superado la barrera de 1,5 frente al dólar. En este escenario, las empresas españolas que operan en mercados internacionales cuya referencia es el dólar tienen serias dificultades para seguir siendo competitivos si su factor diferencial es sólo el precio.
Hay que tener en cuenta que la cesión de poderes se está haciendo de una manera ordenada, y eso ayuda a mantener un clima de confianza. Por otra parte, en Cuba no hay un clima de recelo hacia las empresas españolas, y esto ayuda también a mantener la tranquilidad: Repsol, Altadis y Agbar, además de seis grupos hoteleros españoles que tienen un número considerable de hoteles en Cuba, son algunos de los ejemplos de inversión en la isla. Lo que está claro es que hoy en día no se discute la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo de un país, y esperemos que esta premisa esté presente en el futuro de Cuba, como se deduce de las declaraciones del recién nombrado Presidente.
Este proyecto nació del convenio de colaboración firmado en 2006 entre el ICEX y AEEDE, con el fin de fomentar la vocación internacional de las pymes españolas a través del estudio y difusión de experiencias empresariales de éxito. De esta forma, se promueve la integración y conexión entre el mundo de la Universidad y de la Empresa, generando una sensibilidad hacia la internacionalización en las generaciones jóvenes.
Muchas empresas españolas de hecho llevan tiempo operando e invirtiendo en países de Latinoamérica, Europa del Este y África Subsahariana. En concreto, en esta área se ha desarrollado en los dos últimos años el Plan África, que recoge un paquete de medidas para fomentar el desarrollo de estos países y mejorar las relaciones bilaterales con África. A pesar de las dificultades económicas en estos países, sus perspectivas de crecimiento son mucho más optimistas que hace algunos años debido a la mejora general de la situación política y económica de estos países y la efectividad de las políticas de reducción de deuda. Las líneas de actuación puestas en marcha desde entonces tratan de promocionar las relaciones comerciales entre España y Africa Subsahariana, además de fomentar la inversión española en la región, teniendo en cuenta las posibilidades económicas de los diversos países y las limitaciones de actuación con las que nos enfrentamos.
¿Qué posición ocupa el directivo y la empresa española en el management internacional?
El directivo español ha demostrado en los últimos 20 años su gran capacidad para desarrollar proyectos a nivel mundial y así lo demuestran las cifras de inversión extranjera directa emitida por empresas españolas, fruto de las estrategias marcadas por directivos españoles, así como la evolución de las exportaciones españolas en todos los sectores. Y no estoy hablando sólo de grandes empresas, sino también de pequeñas y medianas empresas con casos de éxito internacionales verdaderamente destacables. Se podría decir que actualmente las empresas españolas cuentan con una “cantera” nacional que no tiene que envidiar a directivos de ningún otro país.