La vida gemela de los Nadal

Los gemelos Nadal

Escribe Miguel Ángel Noceda para El País.com–Son como un torrente. Enlazan temas sin parar. Pasan de cuestiones filosóficas a teoremas económicos sin solución de continuidad. Saltan de Séneca a Adam Smith o de Napoleón al último Nobel. Da igual quién hable de los dos. Uno es zurdo y otro diestro. Uno se ha dejado barba; el otro, no. De pequeños sacaban las mismas notas y tenían las mismas debilidades: las matemáticas y la historia. No coleccionaban cromos ni se partían las rodillas jugando al fútbol en el recreo. Tampoco colocaban pósteres en su habitación, que era la misma; la empapelaban con los temas que tenían que aprender. Cuando tuvieron que elegir carrera, se decidieron por Económicas y, como su padre les apretaba para que hicieran una ingeniería, escogieron ICADE, o sea dos carreras a la vez (Económicas y Derecho) para contentarle. Acabaron cum laude y, de forma casi inmediata, sacaron la oposición a técnicos comerciales y economistas del Estado con los números uno y dos. Mientras tanto, se hicieron liberales y entraron en política. O al revés. Desde pequeños querían trabajar en economía o en el Banco de España y, según algunos compañeros de carrera, ser ministros.

Son los gemelos Nadal y llevan camino de conseguirlo. De momento, han alcanzado el rango de viceministros. Álvaro, que es el zurdo y nació unos minutos antes, es director de la Oficina Económica del Presidente, y Alberto, que se dejó barba para que no les confundieran, acaba de asumir la secretaría de Estado de Energía tras haber sido los últimos dos años vicesecretario general de la CEOE. Tienen mucho poder y les gusta ejercerlo allá por donde circulan. Apenas tienen fisuras en sus convicciones. Alberto, que rechazó ser consejero de Red Eléctrica por el cargo de hermano, tratará de enderezar la errática política energética, y Álvaro estará satisfecho de tener a su gemelo más cerca del Estado Mayor de La Moncloa.

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