«España no puede mantener el tren de vida de los últimos años»

¿Se mantiene la previsión de que la caída del sector automovilístico en el mercado nacional llegue al 45 por ciento en este ejercicio por la pandemia?

–La evolución del mercado en los próximos meses dependerá de cómo se comporte el virus. Hay que ser conservadores, aunque con la inercia del plan de choque del Gobierno haya mejorado el flujo. La estimación de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) se mantiene en ese 45 por ciento, y, por ahora, la crisis ya ha costado en este ejercicio la producción de 700.000 coches menos.

¿Qué efectos está teniendo esta crisis en el empleo industrial y en el de los concesionarios?

–El sector ya viene de un proceso de desaceleración en toda Europa. Nos están afectando las nuevas normativas sobre la descarbonización, con las que Renault está comprometido y cumplirá los objetivos, aunque no es justo que se penalice en un proceso en el que hay que hacer inversiones. Además, vivimos una etapa en la que el cliente no está dispuesto a pagar por toda la tecnología que se está incorporando en el coche, aunque la quiera. Y, en general, todo suma para que se reduzcan los márgenes en todas las marcas. Hay también un problema de sobrecapacidad, sobre el que aquí en España hemos visto las dos caras de la moneda en la respuesta de Nissan y de Renault. En los próximos meses seguiremos viendo decisiones empresariales obligadas por la necesidad de adaptarse lo antes posible a este problema de sobrecapacidad. No puedo saber quién será el siguiente, pero lo vamos a ver seguro.

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