El BCE descarta por ahora que la deuda pública sea un activo de riesgo

 Las carteras de deuda pública no computarán como activos de riesgo en la próxima evaluación global de los activos de la banca en Europa (AQR, por sus siglas en inglés), según ha anunciado Yves Mersch, miembro del Consejo Ejecutivo del BCE. Sin embargo, todavía no se ha tomado una decisión en firme con respecto a si recibirán el mismo tratamiento en los test de resistencia. Por qué los test de estrés del BCE pueden ser la nueva zancadilla a la banca europea.

Está previsto que el BCE se haga cargo de la supervisión de los bancos de la Eurozona en un año, pero antes las entidades se someterán a un análisis de los balances bancarios, lo que se conoce como revisión de la calidad de los activos (AQR, por sus siglas en inglés). Este examen por parte del organismo que preside Mario Draghi se verá completado posteriormente con los llamados test de estrés, que se llevarán a cabo en otoño de 2014.

Por el momento, el BCE ha hecho hoy público en colaboración con la Comisión Europea el cuarto informe sobre el rescate bancario español, en el que pide a las entidades reforzar su capital.

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Alivio a la banca española
Es en estas últimas donde el BCE aún no ha determinado qué calificación se asignará a la deuda pública. "Todavía no hay decisión sobre el tratamiento que recibirá la deuda pública en las pruebas de resistencia", aseguró Mersch en un discurso ante una euroconferencia en Fráncfort.

Que se aplique un mayor control sobre la exposición de la banca a la deuda soberana es una petición que el Bundesbank, el banco central alemán, lleva tiempo haciendo. Su presidente, Jens Weidmann, ha advertido en diversas ocasiones sobre el riesgo que supone este vínculo entre gobiernos y entidades y ha reclamado un cambio regulatorio para que la deuda pública no esté considerada un activo libre de riesgo.

Los bancos de la periferia de la Eurozona cuentan entre sus carteras con elevadas posiciones en sus respectivas deudas públicas. Así, si finalmente el BCE optara por no clasificar esta deuda como activos de riesgo, supondría un importante alivio para las entidades españolas o las italianas, entre otras.

Un giro muy drástico en el control sobre la deuda soberana afectaría de forma directa a los sistemas bancarios de estos dos países. Los bancos españoles figuran entre los mayores compradores en las emisiones de deuda y atesoran más de un tercio de los bonos y letras emitidos por el Tesoro Público. En Italia, el volumen de deuda transalpina en los bancos locales se eleva a un quinto de la emitida.

Compra de activos
La semana pasada, Mersch también ha refirió a las herramientas a disposición del BCE, que la pasada semana sorprendió con una bajada de los tipos de interés, ahora en el mínimo histórico de 0,25%, y dejó la puerta abierta a otra serie de medidas como la de aplicar tipos negativos a los depósitos de la banca en la institución.

En este sentido, el miembro del consejo del banco central ha asegurado que cuentan con la opción de comprar activos directamente si fuera necesario, aunque, al no existir un bono común de la zona euro, otros instrumentos serían más sencillos de usar.

"En nuestro mandato se dice que podemos realizar compras de activos", aseguró Mersch. Sin embargo, el ejecutivo del BCE advirtió de que "Europa es un poco diferente en esto, ya que no contamos con una única rúbrica soberana… así que no sorprende que hayamos elegido otros instrumentos".

Pese a la inesperada decisión tomada por Draghi de reducir en un cuarto de punto el precio del dinero, en respuesta a la acusada caída de la inflación, aumentan los partidarios de que la institución siga la senda de otros bancos centrales y compre activos para reactivar la economía.

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