Cómo mejorar la eficiencia empresarial en la coyuntura actual

Francesc CanelaEscribe Francesc Canela – Socio-Director de Consultoría de Recursos Humanos de IOR Consulting para la web de CEDE–En un escenario de dificultad económica como el actual, es prioritario que las empresas controlen de forma estricta sus costes y mejoren su competitividad y eficiencia. Para conseguirlo es esencial realizar una gestión adecuada de los recursos humanos, enfocada siempre a mejorar la productividad a través de la optimización de la estructura organizativa.

El ámbito a tener en cuenta cuando se quiere mejorar en eficiencia es el de las áreas y puestos indirectos. Se trata de aquellos departamentos no vinculados directamente a resultados como contabilidad, tesorería, administración general, control de gestión, informática, administración comercial, marketing, administración de compra, gestión de operaciones, oficinas de almacenes y de producción, ingeniería, jurídico y fiscal o las secretarías.

En este tipo de áreas cuya actividad no está directamente vinculada a resultados, y en donde su contribución es de difícil medición, la mejora de la productividad es especialmente complicada.

La eficiencia de estas áreas relacionadas con la gestión diaria de la actividad de la empresa hay que valorarla desde varios ángulos. Es necesario estudiar aspectos técnicos y tecnológicos como procesos, actividades, procedimientos, cargas de trabajo, tiempos de dedicación, así como sistemas y tecnologías utilizados; aspectos económicos como los costes asociados a cada actividad en relación al valor que aportan y a los costes de mercado; y aspectos de factor humano tan importantes como la adecuación de la persona a su puesto de trabajo.

En este sentido, a lo largo de las intervenciones en áreas indirectas se detectan procesos interrumpidos, tiempos de dedicación excesivos por la utilización de procedimientos y/o tecnologías inadecuadas, o ubicación de personas con perfiles insuficientes en relación a lo que requiere el puesto.

Es importante analizar los procesos desarrollados; qué es lo que se hace en cada puesto de trabajo y para qué se hace; qué cuesta cada actividad y en qué medida contribuye a la estrategia vigente de cada empresa. Las duplicidades, actividades redundantes o problemáticas de procedimiento acaban generando lentitud burocrática y costes innecesarios que lastran la productividad y la eficiencia de la empresa. Frente al tiempo de dedicación  al papeleo y a las actividades burocráticas e improductivas, es esencial centrar esfuerzos en aquello que realmente genera valor y rentabilidad en la empresa, como es todo lo relacionado con el desarrollo de ventajas diferenciales, innovación o acción comercial.

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