El esperado, y anunciado, Ingreso Mínimo Vital está cerca. Este mes de mayo está previsto que entre en vigor esta medida que pretende luchar contra la pobreza derivada de la crisis del coronavirus. Según los cálculos del Ministerio de Seguridad Social, costará al Estado entre 3.000 y 3.500 millones de euros al año.

Según el documento sobre el que trabaja el Ministerio de Seguridad Social, estas ayudas se concecerán a la unidad familiar o por hogar de convidencia, no a título individual, y los beneficiarios deberán tener más de 23 años, no disponer de ingresos periódicos -se estaría barajando permitir hasta 200 euros al mes por individuo o 450 euros en total por todos los miembros de una familia-, ni tener patrimonio inmobiliario a su nombre -se estaría también decidiendo si se pudiera permitir tener una vivienda en propiedad con un valor por debajo de los 80.000 euros-. Habrá un complemento especial para las familias monoparentales- y se tomará como referencia para otorgarla los ingresos declarados de 2019, por lo que ya se han cruzado datos con la Agencia Tributaria.

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