La última mesa redonda de la primera jornada del VII Congreso de Directivos CEDE contó con la participación de cuatro altos ejecutivos vinculados al mundo financiero como son el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, José María Méndez; el vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Caixabank, Juan María Nin; el presidente de la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), Mario Fernández, y el presidente del Banco Popular, Ángel Ron. El debate, que tuvo al sistema financiero como protagonista, fue moderado por Fernando Ruiz, presidente de Deloitte y miembro de la Junta Directiva de CEDE.

Juan María Nin, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Caixabank, calificó el escenario actual de bucle infernal caracterizado por la situación del capital, la falta de liquidez, la reducción del crédito y el alza de la morosidad. Nin reclamó en su intervención “una regulación más coherente que no cambie los requerimientos de capital en cuestión de meses”. En la parte negativa, también remarcó que se vive un gran deterioro en los indicadores de confianza lo que lleva a una gran volatilidad y al deterioro del riesgo soberano.

“Sobre el capital, existen grandes dudas hasta sobre el hecho de cómo medirlo ya que no hay un método claro, sea cual sea el test de estrés al que se acuda”, manifestó Nin. Esta realidad genera una gran inquietud en los mercados ya que “se generan unas dudas excesivas que afectan también a la liquidez, reduciendo el crédito, que es más caro y más escaso.” En el ámbito de la soluciones, Nin dijo que “la medicina es amarga pero pasa por una nueva regulación y una reducción de la deuda. Se puede pensar que es una paradoja, pero solo así se podrá recuperar capital y generar el necesario crecimiento. Se trata de recobrar la confianza y la sostenibilidad con medidas potentes y valores fuertes”.

El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, José María Méndez, reconoció que la regulación financiera es ahora un tema que está en la agenda política pero lamentó la falta de coordinación entre los diversos entes reguladores. En este sentido valoró el proceso de reestructuración del sistema de cajas en España que se está haciendo a una gran velocidad.

En cuanto a la normativa financiera, Méndez criticó que “con los nuevos requerimientos de capital, va a existir una reducción del flujo de capital en el sistema, lo que va a afectar especialmente al tejido productivo, a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas”. A pesar de que es necesario un nuevo marco regulador, según Méndez, la realidad es que, en estos momentos, la agenda reguladora es un nuevo factor de tensiones para un sistema que ya está soportando demasiadas.

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